Análisis cuantitativo en Relaciones Internacionales

Durante el grado de Relaciones Internacionales (RRII) algunos estudiantes se preguntan: ¿por qué debo estudiar análisis cuantitativo? Es una pregunta que según el ángulo en que se mire puede parecer la mar de pertinente o la mar de extraña. Por un lado, en algunas tradiciones se han concebido las RRII como el estudio de la diplomacia, de las relaciones entre países y del derecho internacional. Se analizan casos muy concretos, se dice, difícilmente cuantificables, que, por lo tanto, hacen que el análisis cuantitativo tenga poco sentido. Por otro lado, hay quien dice que estamos en la era de los datos y la cuantificación. Decenas de indicadores miden año tras año diferentes ámbitos de la realidad internacional como la gobernanza, la paz o el desarrollo. Los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales utilizan cada vez más imágenes por satélite y datos de teléfonos móviles para cuantificar el desarrollo en África. Y, más importante, se argumenta que hace más de 100 años que el análisis cuantitativo se utiliza para estudiar las relaciones entre estados. Así pues, visto así, la pregunta debería ser: ¿por qué no estudiarla?

Hay un elemento todavía más importante, que hace seguramente indispensable el conocimiento del análisis cuantitativo. Vivimos, nos guste más o menos, en un mundo de datos. Y esto significa que estamos casi obligados a consumirlos. Vemos constantemente tablas y gráficos en los medios de comunicación de fenómenos internacionales como los rankings de democracia, las desigualdades en el mundo o la calidad de gobierno. Poco sabemos, sin embargo, sobre qué hay detrás de estos datos. ¿Quién los produce? ¿Con qué intención? ¿Qué credibilidad tienen? ¿Sacan los medios de comunicación conclusiones apresuradas sobre los datos que nos están mostrando? Aprender a trabajar con datos significa también aprender a defendernos como consumidores. Si no, es muy posible que con cualquier tabla o gráfico alguien un poco listo (o no tanto, como vemos en la Figura 1) nos pueda tomar el pelo fácilmente.

Aparte de evitar que nos tomen el pelo, podríamos enumerar una larga lista de motivos por los cuales es necesario que los estudiantes de RRII aprendan el análisis cuantitativo:

Mejorar el criterio para juzgar los datos y hacerse preguntas en relación con la manera como esta información ha sido producida.
Aprender mejor la aplicación del método científico.
Conocer la importancia de la pluridisciplinariedad metodológica que requiere cualquier rama de las ciencias sociales.
Conocer y aprender a consultar diferentes bases de datos internacionales.
Mejorar las habilidades analíticas.
Aprender a hacer preguntas descriptivas y explicativas que se puedan responder con datos.
Conocer diferentes tipos de representaciones y formatos para comunicar los hallazgos empíricos.
Aprender a utilizar programas de código, que ayudan a mejorar cualidades como la precisión y la metodicidad a la hora de escribir.

Este módulo tiene por objetivo ilustrar la utilidad del análisis cuantitativo en RRII y se estructura alrededor de grandes preguntas que pueden tener los estudiantes de un grado de RRII sobre el aprendizaje de sus herramientas. En el primer apartado se explica cómo el análisis cuantitativo ha sido históricamente una herramienta utilizada para el estudio de la realidad internacional y es hoy en día una técnica relevante, tanto dentro como fuera de la academia. El tercer apartado precisa en qué consiste el análisis cuantitativo, y el cuarto apartado pone algunos ejemplos actuales. Finalmente, el último apartado explica por qué R es el programa mejor situado para utilizar en un grado de RRII.